Del 30 de mayo al 7 de junio pasados, un grupo de colegiales de Belagua y de Ayete estuvieron de voluntariado en el Centro de Apoyo a Deficientes Juan Pablo II, en Fátima, Portugal. Se encargaron, entre otras cosas, de ayudar a las enfermeras que atendían a los pacientes; dando de comer a los enfermos, haciendo las camas, echando una mano en el servicio de lavandería… Fueron siete días muy intensos en los que, en palabras de uno de los participantes, «descubrimos la grandeza y dignidad de estas personas enfermas». «A ojos de muchos es un misterio el sufrimiento y el sentido de unas vidas tan limitadas, pero ayudándoles descubres toda la humanidad y cariño que aportan y solo en el Cielo descubriremos el mucho bien que nos han hecho -y que hacen a otros- dentro de sus limitaciones».
Otro de los estudiantes afirma que le llamó mucho la atención el trato humano y cariñoso que se da a todos los pacientes: «Con cada uno se tiene un detalle, se les arregla con cuidado, se les gasta bromas, se les trata, en definitiva con la dignidad y la humanidad que se merecen. Esta es, pienso, la gran lección que he aprendido estos días».