El sábado 10 de febrero tuvo lugar el acto de imposición de becas del Colegio Mayor en el auditorio del Museo Universidad de Navarra. En el acto, presidido por Javier Arana director general de Belagua, recibieron la beca 72 colegiales de Belagua y contó con la presencia de becarios del Colegio Mayor Mendaur y del Colegio Mayor Santa Clara, además de un elevado número de familiares de los colegiales.
La lección magistral corrió a cargo de José María Mora; médico en la Clínica Universidad de Navarra, especialista en Nefrología. con dedicación preferencial a la hipertensión arterial y a la enfermedad renal en el contexto de «glomerulonefritis», vasculitis y lupus.
También intervino el director general, Javier Arana y esta es su intervención:
Miembros de la Junta de Gobierno y del Patronato del Colegio Mayor, Distinguidos profesores y miembros del Consejo colegial, colegiales, familiares, señoras y señores,
Han transcurrido ya más de 61 años desde que en el lejano curso 1962-63 comenzó su andadura nuestro Colegio Mayor. Seis décadas en las que más de 8.000 colegiales han sido protagonistas de este proyecto profundamente transformador (prueba de ello son las becas que algunos antiguos colegiales -hoy padres de Belagua- lucen con orgullo en el patio de butacas de este Teatro).
Me permito citar a un antiguo colegial de los años 70 que nos acompañó en la convivencia de inicio de curso de Belagua el pasado mes de agosto: «Estar en la Universidad de Navarra me marcó, pero mucho más me marcó estar en Belagua. Ahí aprendí el valor del compromiso. El compromiso de personas que, con su trabajo y su liderazgo, cambien este mundo. En Belagua comprendí que la sociedad espera que asumamos esta exigencia que tantas personas necesitan».
Queridos nuevos becarios: hoy estáis de enhorabuena y deseo felicitaros por el reconocimiento tan extraordinario que hoy recibís. Tres años en los que habéis recibido una educación profundamente transformadora y en la que se sustentará vuestro proyecto vital en todas sus dimensiones. Una formación necesaria para la exigencia de los retos que os esperan en los años venideros.
Son años en los que estáis creciendo como buenos profesionales a través del estudio y del trabajo, en que estáis forjando vuestro carácter a través de tantas actividades culturales, solidarias y la convivencia diaria con los demás colegiales, en que os estáis convirtiendo en ciudadanos responsables y comprometidos.
En definitiva, estáis recibiendo una formación integral -con esa concepción cristiana de la vida y del mundo que San Josemaría quiso imprimir a Belagua[1]que aspira a formar personas cultas, ciudadanos con sentido de responsabilidad y afán de servicio desinteresado a la sociedad.
En estos meses hemos tenido ocasión de recibir en Belagua a personas relevantes en todos los ámbitos de la vida social (Michael Hobusch -presidente de VW Navarra-, Juan Ruiz Espartaco y Pablo Aguado -toreros de renombre, el Obispo noruego Erki Varden, Greg Mills -presidente de un importante Think Tank en Sudáfrica…) y se han quedado francamente removidos por lo que se encontraban en Belagua: colegiales de distintas nacionalidades, edades, culturas y estudios universitarios… en un clima de familia y de confianza. De esto quería hablaros con un poco más de detenimiento.
En un acto académico como el de hoy, es menester dirigirse a vosotros, queridos nuevos colegiales, y a vuestros padres, presentes hoy con nosotros.
¿Qué pretende ser Belagua para vuestros hijos? Belagua es un centro formativo de primer orden, con un proyecto educativo sólido -como ha quedado expuesto en la memoria que hemos escuchado con anterioridad- que despliega todo su potencial gracias al clima de familia y confianza que se respira entre sus paredes, iluminado por la luz de los Sagrarios de sus cuatro sedes. El otro día me comentaba un colegial que cada vez que pasa por el oratorio repetía: “Jesús, bendice a todos los que estuvieron, a los que estamos y a los que estarán en esta casa”. Porque una familia que reza unida, permanece para siempre unida.
De este modo, Belagua pretende ser un hogar, continuidad natural de los hogares de cada uno de sus colegiales. Nuestros hogares son esos lugares de confianza, de familia, de generosidad, de servicio, donde hemos aprendido lo verdaderamente relevante para nuestras vidas. Queridos padres, muchas gracias por vuestra confianza depositada en Belagua para colaborar con vosotros en el apasionante proyecto educativo de ayudar a vuestros hijos a prepararse para la vida.
Queridos nuevos becarios: en esta época de sospecha, de desconfianza, donde impera la lógica mercantilista en las relaciones sociales, de individualismo, de búsqueda desesperada de una vida acomodada, de utilitarismo… es el momento de recuperar lo verdaderamente humano: la lógica de la gratuidad, de la dedicación de tiempo, del servicio desinteresado a los más cercanos y a la sociedad. Y para ello, es preciso irradiar eso que habéis recibido en vuestras familias y en Belagua -continuidad de vuestras familias-: la cercanía, la confianza y la lealtad.
Un clima de confianza y amistad que permanecerá para toda la vida. Cuentan que en una ocasión vieron que Donju (capellán de Belagua durante casi cinco décadas) «apostaba con un colegial que un partido lo ganaba tal equipo, y con otro colegial apostó lo contrario. Luego hacía que esos dos colegiales fueran a tomarse la caña juntos». Esa apuesta cruzada es un metáfora perfecta de cómo unía a todos y un ejemplo simpático de lo que se vive en Belagua.
Decía San Josemaría -Fundador de nuestra Universidad- a los padres y educadores: «Formad a los alumnos de tal modo que jamás se encuentren solos, que no tengan que experimentar jamás la amargura de la soledad». «Hacedlos leales, sinceros, que no tengan miedo a deciros las cosas. Para eso, sé tú leal con ellos, trátalos como si fueran personas mayores, acomodándote a sus necesidades y a sus circunstancias de edad y de carácter. Sé amigo suyo, sé bueno y noble con ellos, sé sincero y sencillo».
Eso que habéis recibido en vuestros hogares y en Belagua, llevadlo siempre con vosotros.
Decía San Josemaría en una ocasión a un grupo de profesores que estaban en aquel colegio para formar “grandes hombres, grandes santos, grandes sabios”. Y este reto mayúsculo, que también nos proponemos en Belagua, es posible si se lleva a cabo en ese clima de gratuidad, confianza, generosidad y servicio que habéis recibido en vuestros hogares.
Queridos padres: enhorabuena por haberos entregado sin medida, sin reservaros nada, en este proyecto que verdaderamente vale la pena: la educación de vuestros hijos. Aunque suponga un notable esfuerzo y, en ocasiones, un gran gasto, sabed que realmente es la mejor inversión.
Queridos nuevos becarios: nunca perdáis de vista que asistís a un espectáculo diario de generosidad. De vuestros padres, que han puesto lo mejor de su parte para enseñaros lo que verdaderamente vale la pena, de todos los colegiales que os rodean, de los becarios que os han precedido, de vuestros profesores, de la Administración de Belagua -que tan bien nos cuida-, de los Capellanes -siempre dispuestos para nuestras necesidades-, de todos los que con su cariño, tiempo y dedicación hacen de Belagua una realidad. Todo esto supone una invitación a hacer rendir todo lo recibido, a dejar una huella profunda, a hacer cosas grandes. Portar la beca que hoy se os impone es, sin duda, una llamada a la responsabilidad.
Hoy es un día de celebración, de agradecimiento, de valorar lo recibido hasta la fecha. Y es un día de mayoría de edad en vuestra etapa universitaria. Un día para valorar que lo verdaderamente importante para la vida se cimienta en ese clima de confianza, de generosidad, de lealtad, de servicio desinteresado: en definitiva, en ese clima de familia.