En la vida, es más fácil reconocer la importancia de lo que ocurre con la perspectiva del tiempo. Los que pudieron coincidir con el cardenal Joseph Ratzinger en su estancia en Pamplona en 1998 no podían imaginar que aquel intelectual que acudía la Universidad de Navarra para recibir la investidura como doctor honoris causa iba a ser elegido siete años …